Nuestra aventura empieza a dibujarse en Teruel, hace más de 20 años, con la búsqueda de trufas silvestres en los bosques de la hermosa comarca del Matarraña. En los inicios, lo considerábamos un entretenimiento y con el único objetivo de la experiencia y del consumo propio.
Poco después, y fruto de la pasión por la trufa negra, realizamos una plantación de encinas micorrizadas con Tuber melanosporum aplicando las técnicas de la truficultura que comenzaban a aplicarse en España.
Hoy, tenemos la satisfacción y la ilusión de compartir nuestras trufas con todos los amantes de este excepcional hongo, tal y como hacemos desde hace años en casa, con familia y amigos.
melanosporum es una idea que comenzó hace más de 20 años con la plantación de la primera encina y que el paso del tiempo ha convertido en realidad.
